La venta de estores ha aumentado mucho en los últimos años y ya han superado a las cortinas en algunas habitaciones, como por ejemplo las infantiles. Y es que mejor un estor que se limpia con un trapo húmedo en un rato que una cortina que hay que descolgar, lavar y secar.
La gran mayoría de los estores que se venden son de fabricación estándar ya que los hay en medidas muy diferentes que se adaptan a prácticamente todas las ventanas. Estos estores tienen la ventaja de que son mucho más baratos que los que se fabrican a medida y, además, se obtienen al momento.
Pero ¿vale la pena encargar estores a medida en algún caso? Lo cierto es que hay algunas circunstancias en las que los estores a medida son la mejor elección. Una de ellas es cuando la ventana tiene medidas poco convencionales y se quiere que el estor encaje perfectamente.
También se pueden realizar estores a medida cuando se quiere realizar un coordinado. Por ejemplo, una funda de sofá con el estor a juego o un coordinado de colcha y de estores. Aunque hay marcas que venden colchas y estores a juego, muchas personas optan por hacer todo de manos de una modista y olvidarse de comprar cosas que no siempre encajan en lo que desean.
En estos casos, el primer paso es comprar la tela y luego encargar la elaboración de las fundas, colchas o estores. Es importante asesorarse porque una tela buena para una funda puede que no valer para un estor o, al contrario. Siempre hay que elegir tejidos que puedan valer para todas las funciones y a veces, el consejo de la persona que va a realizar el trabajo es vital para que todo salga bien.
Cuando se tienen galerías o grandes ventanales en casa también es buena idea hacer los estores a medida para que todo quede perfecto, se puedan coordinar diferentes telas y los espacios de puertas o paredes queden bien definidos y a nuestro gusto. Los estores convencionales pueden ser complicados de encajar en este tipo de ventanales de gran tamaño o en galerías.
Si tienes la suerte de saber coser, puedes realizar tus propios estores a medida. Pero solo en el caso de que tengas el capricho de hacerlos te valdrá realmente la pena, ya que los que se compran suelen salir tan bien de precio que no merece la pena pasar trabajos.