Los gatos son muy limpios por naturaleza y se pasan mucho tiempo al día acicalándose y limpiándose a fondo. Pero hay zonas del cuerpo a las que no se llegan muy bien y que además son especialmente delicadas, como son las orejas y los oídos. Si tienes más de un gato y tienen muy buena relación, habrás visto como se asean las orejas los unos a los otros. Si tienes uno solo, verás que se lamen la pata y se la pasan por las orejas, a veces incluso poniéndolas del revés. Pero evidentemente, no pueden limpiarlas por dentro.
Lo mejor es que acostumbres a tu gato a limpiarle las orejas desde pequeño. Un truco muy bueno es envolverse un dedo en una gasa, ya que esta tendrá un tacto algo rugoso, similar a la lengua de la madre. Puedes humedecerla ligeramente en agua tibia y pasarla por el interior de las orejas como un juego, acariciándolo. No trates de meter el dedo muy a fondo porque no es necesario. También puedes emplear un bastoncillo de bebés, de los de cabeza grande, con la precaución de no introducirlo.
Si el gato se rasca mucho las orejas, puede que tenga en el interior de la oreja o en la zona del oído ácaros. Estos son bastante frecuentes en los gatos y perros y para tratarlos y/o prevenirlos puedes comprar una Solución de limpieza de oidos de perros y gatos. Normalmente, vienen en formato monodosis. Si los usas con tu perro, debes utilizar la mitad del producto para cada oído mientras que en los gatos una cuarta parte es suficiente. La forma de usarlo es estirando suavemente la oreja, introduciendo el frasco monodosis y apretando para que el contenido entre en el oído. Hecho esto, hay que darle al animal un suave masaje para que el líquido actúe. Tras esto, sacudirá con fuerza la cabeza expulsando el líquido y la suciedad que ha soltado.
Cuando ya hay ácaros puede ser necesario que el veterinario limpie a fondo los oídos y se apliquen unas gotas con tratamiento para calmar los picores. Es muy fácil darse cuenta de cuándo los tienen porque se rascan compulsivamente las orejas y, al mirar en su interior, se ve negro e incluso costras y zonas irritadas por la acción de los ácaros. El animal estará muy incómodo e incluso puede estar irritable.