Cuando se nos cae el cabello, lo más importante es conocer la causa. Solo de esta forma podremos tratar esa caída de una manera eficiente y lograr revertir su efecto o, si no es posible esto, al menos frenar el proceso lo más posible.
En algunas ocasiones es sencillo identificar la causa por la que se nos cae el pelo, ya que tal vez tengamos un problema de anemia ya conocido o estemos tomando un tratamiento que puede tener ese efecto secundario y hemos sido advertidos al respecto. Pero otras veces puede ser complicado, ya que la causa no es tan clara y hay que eliminar posibilidades hasta llegar a lo que, en realidad, es la causa del problema.
La relación entre Alopecia y estrés es poco conocida, pero el estrés es una de las causas de la pérdida de cabello ocasional. Incluso puede llegar a ser una pérdida definitiva si no se trata de una forma eficaz. Las personas que sufren estrés suelen perder el pelo de manera localizada, por ejemplo con una calva en el área de las sienes. Pero en otros casos, pierden volumen de pelo de una forma más o menos igual por todas partes.
Para tratar la alopecia por estrés es necesario tratar ambas cosas: la piel y la mente. Si no somos capaces de rebajar los niveles de estrés dará igual las lociones y tratamientos que nos recomiende el dermatólogo porque lo que causa el problema continuará estando ahí y continuará haciendo daño a nuestro cuerpo. El trabajo conjunto del dermatologo especialista en alopecia Vigo y del psicólogo serán determinantes para que la curación sea total y se prolongue en el tiempo.
Si logras rebajar tu estrés, algo que todos sabemos que no es fácil pero no es imposible, los tratamientos para tu cabello resultarán mucho más eficaces. Pero no estará garantizado que se recupere el pelo que se ha perdido. En la mayoría de los casos, la pérdida es reversible pero hay otros en los que se ha producido la muerte del folículo piloso, esto es, de lo que conocemos como la raíz del cabello. Si esto es así, no volverá a salir nuevo pelo.
Los implantes de cabello pueden ser una solución si las calvas que tenemos afectan demasiado a nuestra imagen, ya que es posible realizar injertos en zonas muy concretas. Además, como son áreas pequeñas a tratar, puede resultar muy económico.
