Cuando llega la primavera, nos encanta estar fuera. Y si tenemos una terraza o un jardín, todavía más. Pero para estar a gusto y sacar el máximo partido a estos espacios al aire libre, es necesario comprar mobiliario y hacerlo de un buen Fabricante de muebles de exterior para que todo nos dure más.
Los cuidados de los muebles de exterior van a depender del material de los mismos. Si tenemos sillas de plástico, el cuidado no va a ser mucho. Solo tendremos que limpiar las mesas y sillas y de vez en cuando, utilizar productos un poco más fuertes para sacar posibles amarilleados del sol. Los muebles de plástico no son, en general, los más bonitos, pero no tienen mantenimiento y resultan económicos.
Si los muebles son de ratán, tanto natural como sintético, hay que tener en cuenta que el sol en exceso puede dañarlos, igual que sucede con la humedad. El resultado puede ser que las fibras de ratán se rompan y el mueble se ponga feo. Esto ocurre, por lo general, cuando las sillas o mesas se pasan todo el año al exterior y no se protegen nunca. Si es el caso, lo mejor es comprar fundas para cuando estos muebles no se utilizan. Así, ni les estará dando el sol sin necesidad ni tampoco se empaparán en invierno. Evidentemente, lo perfecto sería tenerlos guardados en un cobertizo cuando no los utilizamos, o al menos durante el invierno. Pero esto no siempre es posible.
El metal necesita de pocos cuidados, pero con el tiempo se oxida. La pintura que suele recubrir el metal de los muebles va saltando y el óxido hace su aparición. En estos casos hay que aplicar un producto específico para eliminar el óxido y volver a pintar para que el mueble quede totalmente renovado. Si el óxido no es mucho y el estado de la pintura es en general bueno, se puede arreglar solo la zona que ha perdido el esmalte.
Nos quedan los muebles de madera, que son los más bonitos sin duda alguna. Si es una madera de calidad y tratada para el exterior, podemos tener los muebles en buenas condiciones durante años, incluso si los tenemos fuera invierno y verano. Cuando veamos que el barniz comienza a cuartear es el momento de renovarlo. Puede ser un poco trabajoso pero si se hace bien, tendremos un mueble como recién comprado.
