En un calor abrasador, me encontraba en la preciosa ciudad de Moaña. Estaba emocionada de descubrir todas las delicias culinarias que esta región tenía para ofrecer. Me equipé con mi cámara, un paraguas y lista para aventurarme a conocer los secretos escondidos entre sus calles.

Comencé mi búsqueda de restaurantes en Moaña en la plaza principal. Aquí fue donde conocí al dueño del restaurante La Buenavista. Su cocina era increíblemente diversa, desde platos típicos hasta comida mediterránea y platillos vegetarianos. Fue aquí donde descubrí el delicioso pollo con salsa picante que, a partir de ese momento, se convirtió en mi favorito para probar cada vez que visitaba la ciudad.

En mis andanzas por los pequeños callejones de Moaña, me tropecé con un antiguo restaurante llamado La Casita Chica  El ambiente era acogedor y las vistas desde el balcón eran impresionantes. Comencé a conversar con el dueño y me enteré que su madre había abierto el restaurante hace muchos años atrás y que él simplemente lo sostenía desde entonces. Me contó sobre su receta secreta para la salsa barbacoa, preparada con ingredientes frescos del mercado local e incluso me invitó a probarla junto a un plato exótico de pollo alteño especialmente preparado para mí.

Un poco más adentro del centro histórico, encontré «O Pote», probablemente el lugar más viejo que he visitado en toda Galicia. Era como un oasis de tranquilidad tras la cantidad de turistas que pasaban por ahí fuera. Este bar estaba repleto de aromas intoxicantes provenientes desde los fogones donde se preparaban exquisitos platos regionales gallegos tradicionales tales como «empanadas» hechas a mano y «tortillas de patatas», así como un mundo completamente nuevo para mí: la cocina marinera gallega!  Después del deleite gastronómico decidimos tomar un buen descanso sentados debajo del enorme roble al lado del puente romano antiguo cercano al local… ¡Un verdadero oasis!

Después de semanas visitando diferentes puestos alrededor de Moaña, he comprendido lo increíblemente grandiosa que es esta ciudad cuando se trata de ofrecer variedades gastronómicas únicamente encontradas entre sus calles cortadas por canales y los amplios balnearios salvajemente hermosos . Desde los bares más antiguos hasta los modernos en el puerto deportivo, hay muchísima variedad ofrecida por estupendas personas gallegas orgullosa de sus raíces hispanófonos-gallegas; ¡Estuve literalmente partiéndome!. Sin lugar a duda doy fe que sin importar tu gusto personal encontrarás algo delicioso en Moana!

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paco