Hace mucho tiempo en la ventana de mi habitación tenía unos estores plegables que me había hecho mi madre con unas telas que tenía por casa, pero con el paso del tiempo fue cogiendo un color raro y nos tuvimos que deshacer de él. El uso que le daba era mayormente estético ya que siempre uso la contraventana de madera, ya que para dormir es mucho mejor que cualquier estor o cortina que pueda haber en el mercado, y hace que la habitación esté completamente a oscuras siempre lo cual es idóneo para poder dormir de la mejor forma posible. Ya que soy de esas personas que la más mínima claridad me despierta. Para poder dormir bien necesito una oscuridad total. Cuando voy de visita a alguna aldea de algún amigo siempre tengo el problema de que no hay contras de madera y muchas veces olvido bajar las persianas antes de ir a dormir y cuando me voy a dormir no quiero hacer ruido por si despierto a alguien que ya esté durmiendo. Pero eso me pasa el primer día, al segundo día antes incluso de ir a cenar ya dejo la persiana bajada para que no me vuelva a pasar lo de la mañana anterior, además con lo bien que se duerme en los pueblos sin el ruido constante del tráfico. A lo sumo puedes escuchar a algún perro ladrando a lo lejos pero poco más. Cuando duermo en un pueblo es cuando me doy cuenta de lo bien que se duerme allí sin ruidos ni molestias, salvo cuando es la época de caza en la que se escuchan los disparos a lo lejos y es bastante molesto. En mi aldea es bastante normal escuchar tiros por las mañanas, pero si te pones unos tapones en los oídos no te enteras de nada. Los tapones es algo que siempre me llevo por si acaso, porque ya no es la primera vez que me da alegría tenerlos encima. Da igual a donde vaya, los tapones de los oídos para dormir tienen que venir conmigo sí o sí.