La palabra cáncer ya no es sinónimo de una sentencia de muerte. Ahora, todos sabemos que se puede luchar contra este enemigo y que hay muchas cosas que es posible llevar a cabo, especialmente si se ha encontrado la enfermedad en una fase inicial.

Por eso, recurrir a un buen hospital oncológico es fundamental para poder obtener un buen diagnóstico y los mejores consejos respecto al tratamiento a seguir. Y es que en muchos casos no hay un camino único y bien definido, sino que existen distintas alternativas que los profesionales deben de valorar en cada caso.

El criterio médico puede ser diferente ya que no todo el mundo tiene las mismas experiencias en el desarrollo de una profesión ni la misma formación. En un hospital especializado el equipo médico estará al día en los últimos avances y, en caso de que pueda haber varias soluciones, pueden discutirlas con otros médicos para valorar entre todos cuál es el mejor camino para un paciente en concreto.

De esta manera, se garantiza al enfermo que va a tener la mejor valoración y que lo que se le recomiende hacer será lo más adecuado no solo según el médico que le atiende, sino según el equipo del hospital, en el cual participan diferentes profesionales. En cualquier caso, aunque el médico de un consejo que siempre se debería de tener en cuenta y debería de tener un gran peso para el paciente, la decisión final sobre qué hacer en cada caso cuando hay varias alternativas le corresponde al enfermo.

En un hospital de este tipo se ofrece un diagnóstico, un tratamiento y un seguimiento posterior. Es decir, se acompaña al enfermo en todo el proceso, dándole todo el apoyo que necesita para que pueda afrontar esta lucha con fuerza y con optimismo, estando siempre informado de todo lo que le ocurre y de los pasos que se van a seguir en cada momento.

Atrás quedaron los tiempos en los que el médico no informaba al paciente y pensaba que era mejor mantenerlo en la ignorancia. Ahora, todo lo que se hace se explica, porque la práctica de la medicina debe de ser totalmente transparente a fin de crear un especial vínculo de confianza entre el enfermo y su médico.

Contar con profesionales que saben lo que hacen, que tienen prestigio en la profesión y una larga experiencia es fundamental para ganar la batalla al cáncer.

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paco