Las mascarillas han hecho que muchas personas sientan como si tuvieran una pequeña tregua a la hora de mostrar la boca y, por tanto, lo que les acompleja de ella. Pero hay que verlas como una excelente oportunidad para acudir precisamente ahora a un odontologo en vigo y arreglar todos los problemas que puedan tenerse para que, una vez libres de ellas, sea posible sonreír sin complejos.
El primer paso es hacerse una limpieza de boca y una revisión para saber exactamente cuáles son los problemas que existen y estudiar las posibles soluciones. Tras la limpieza y reparar las piezas que puedan tener alguna caries, llega el momento de estudiar las posibilidades. En algunos casos, puede ser necesario renovar una funda o colocar una funda a un diente demasiado dañado. En otros, la pieza ya estará perdida y se puede valorar la colocación de un implante permanente.
Los correctores dentales no son solo para niños, cualquier persona adulta puede recurrir a los brackets para tener una sonrisa mucho más alineada y bonita. Esto, además, hace que se gane en salud ya que la mordida será más adecuada y se evitarán problemas en la articulación de la mandíbula.
Actualmente, existen muchos tipos de correctores que permiten una gran discreción, como por ejemplo los invisibles. No obstante, no todos los tipos de aparatos dentales son válidos para todos los casos, por lo que será el especialista el que valore qué tipo de brackets son los mejores para cada caso en concreto.
Si el problema es el color de los dientes, esto también puede corregirse en la gran mayoría de los casos. Si los dientes están manchados por el tabaco o por el café, es muy sencillo conseguir una sonrisa más blanca con un tratamiento blanqueador convencional. El cambio es significativo y la persona se verá mucho mejor.
Si se trata de manchas en el esmalte causadas por un medicamento y que están ahí desde el nacimiento del diente, seguramente la solución sea colocar unas fundas ya que difícilmente podrán corregirse de otro modo. El especialista y el cliente valorarán si merece la pena hacer esto en función del estado de los dientes y de lo antiestéticos que puedan resultar.
Pronto volveremos a sonreír y hacerlo con la mejor de nuestras sonrisas es algo posible. Es el momento de actuar para que tu boca no tenga que ocultarse más tiempo del necesario.