Una vez cuando estaba trabajando en una empresa, a la jefa le gustaba probar nuevas recetas para vender nuevos productos y nos utilizaba a los trabajadores como conejillos de indias en sus experimentos. Un día nos dió a probar huevas de merluza cocidas con algo más que no recuerdo lo que era y he de decir que aunque no soy demasiado amigo del pescado, estas huevas estaban bastante buenas pero por lo que vi en los meses siguientes no las pusieron a la venta. Pero eso pasaba con un montón de cosas que hacían pruebas y después no llegaban a ponerse a la venta. En esa empresa hacían cosas que estaban muy buenas y otras cosas que ya ni se me pasaban por la cabeza probar. Lo mejor que he probado en esa empresa ha sido el pulpo precocinado. Este pulpo primero lo cortaban en trozos de unos 150 gramos y los embolsaban antes de meterlos en una máquina industrial en la que se cocinaban y tú solamente tenías que calentarlo en el microondas y echarle la sal, el pimentón y el aceite y ya estaba listo para comer. Aunque también hacían pulpos enteros, que eran esos precisamente los que traía para las cenas de navidad o cuando iba a comer con los amigos. Otras de las cosas que más me gustaban de las que cocinaban en esta empresa eran las castañas dulces, que consistían en castañas ya peladas las metían en bolsas a las que añadían un poco de agua y azúcar, y después de sellarlas las metían en la misma máquina en la que también hacían el pulpo. Estas castañas nunca las había probado antes de trabajar en este sitio, pero he de decir que estaban realmente buenas y cuando podíamos nos abríamos un paquete para los que estábamos en ese turno de trabajo, total por una bolsa los jefes no se iban a arruinar.

Creo que pocas cosas más había en esa empresa que me gustasen, el resto de productos que vendíamos ya eran cosas demasiado finas para mi gusto y no les hice demasiado caso, me dedicaba a hacer los pedidos y no preguntaba sobre los productos.

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paco