Hay muchas cosas que puedes hacer en tu viaje a las Rías Baixas y otras que debes de hacer casi obligatoriamente. Planear todo con antelación te permitirá disfrutar de algunas experiencias que a priori pueden parecer menos populares pero que resulta complicado disfrutar si no se han hecho reservas.
Organiza una visita a alguna de las mejores bodegas rias baixas. Este tipo de turismo es cada vez más popular y el número de personas que pueden visitar las bodegas cada día es bastante limitado. Por eso, lo mejor es hacer reserva. Se recomienda escoger un buen guía que nos pueda contar todo sobre la elaboración del vino. Una de las mejores partes de la visita viene cuando nos permiten catar los vinos, disfrutando del sabor de una de las mejores bebidas del sur de Galicia.
Otra reserva imprescindible que hay que realizar es en un furancho. Este tipo de establecimientos que abren sólo durante unos meses al año, se han puesto muy de moda. Esto ha hecho que sitios a los que antes era posible acudir a cenar sin una reserva, ahora estén tan demandados que hay que solicitar sitio con varios días de antelación.
Los furanchos originales eran casas particulares que se abrían al público para vender el vino que quedaba en las bodegas antes de comenzar a llenarlas con el nuevo vino del año. Actualmente, son lugares un poco más profesionalizados aunque las normas son rígidas para diferenciarlos de establecimientos de hostelería normales.
Visitar la isla de Ons es otra de las opciones que tienes en las Rías Baixas y que tienes que reservar con antelación. Todo el mundo conoce las Islas Cíes pero Ons era un paraíso más desconocido. Sin embargo, ahora es un lugar de turismo muy solicitado ya que muchos se han dado cuenta de que tiene mucho que ofrecer y nada que envidiar al pequeño archipiélago vecino.
Disfruta de una maravillosa puesta de sol. Esto es algo que muchos se pierden cuando viajan a las Rías Baixas por poco tiempo y que, sin embargo, es uno de los espectáculos más bonitos. Además, no hay que reservar nada. Muchas playas están orientadas de manera perfecta para ver el sol poniéndose en las aguas del Atlántico, solo hay que sentarse y esperar para observar uno de los espectáculos más bonitos que puedes ver en este lugar.