Bodegas

Las meriendas con amigos se pusieron de moda al mismo tiempo que los tardeos en las terrazas, pero en lugar de en espacios públicos, en casa. Y hemos descubierto todas las ventajas que conllevan. Para empezar, no dan tanto trabajo a los anfitriones como una comida o una cena, en la que hay que pensar un menú que se adapte a todos y elaborar todos los platos. Además, la merienda tiene implícita una finalización temprana ya que la gente se irá a cenar a su casa, mientras que las cenas en España pueden acabar, casi casi, a la hora del desayuno para desesperación de algunos anfitriones que ven su cama tan cerca y a la vez tan lejos.

Las meriendas pueden celebrarse cualquier día, domingo o por semana, sin importar que al día siguiente haya que madrugar ya que, como hemos dicho, tienen implícito un final temprano y menos trabajo para quien la organiza, y eso hace que resulte mucho más fácil cuadrar las fechas. Pero no quiere decir que, por ser mucho más informales, no requieran de ciertas etiquetas o cortesías.

Si te invitan a una merienda de picoteo en casa debes de llevar algo para compartir con el resto de invitados. Puede ser algo de comer, como un bizcocho o unas galletas caseras o, en su defecto, compradas en una pastelería. O incluso canapés si eres mañoso y te gusta preparar cosas de picoteo con una bonita presentación. Pero también puedes hacer las cosas más fáciles llevando, simplemente, un par de botellas de vino caiño condes de albarei, que es un tipo de vino que tiene un público muy amplio y que gustará a gran parte de la gente que esté invitada.

La ventaja de la bebida es que, la mayoría de las personas, van a llevar comida y puede acabar juntándose un montón de picoteo. Pero la bebida, en caso de que haya de más, solo hay que guardarla y dejarla para otra ocasión, siendo mucho más fácil que no acabe en la basura. Además, según se desee, se puede ofrecer la botella como un regalo al anfitrión y este no tendrá la obligación de abrir la botella si ya hay suficientes bebidas en la mesa en ese momento, aunque lo normal es que la ponga a mano y que sean los invitados los que decidan si quieren o no probarla.

1. La chaqueta de verano. Sí, existen. Es algo que tal vez no se conozca en algunas zonas de España, porque cuando llega el verano no refresca hasta bien entrado el otoño. Pero en Galicia sí que refresca al caer la noche y la chaqueta de verano es todo un clásico. La mayoría de turistas que vienen a pasar unos días por primera vez a Galicia, tienen que comprarla porque no la tienen en su guardarropa. Además, te sentirás más integrado con tu chaqueta “por si acaso” en la mano, un clásico que todas las abuelas recuerdan pero que casi nadie se atreve a olvidar.
2. Un par de botellas de vinos de conde de albarei. Son un buen regalo para alguien especial que no haya podido ir a disfrutarlo en un bar junto a la playa o en la montaña gallega. Pero también un pequeño placer para tomarlo en casa cualquier día que te apetezca. Y sí, todos sabemos que puedes comprarlo en cualquier sitio, porque estos vinos tienen un gran mercado. Pero estas botellas serán especiales porque tendrán todos los recuerdos de tu viaje.
3. Algunas conservas de alta calidad. El maletero del coche o la maleta en el avión no son los mejores lugares para llevarse productos frescos de alimentación. Pero en Galicia hay muchas fábricas de conservas de gran calidad y algunas son casi casi negocios familiares. Si tienes la suerte de encontrar algunos de estos productos, no dudes en llevarlos porque será la mejor manera de poder recordar, de vez en cuando, tus vacaciones al abrir una de esas latas y saborear pescados o mariscos únicos.
4. Los contactos de los nuevos amigos. En vacaciones se conoce a gente y hoy ya no hay excusa para no seguir en contacto. Las redes sociales son fantásticas para que sigamos sabiendo de esas personas que se cruzaron en nuestros caminos y así poder repetir en otras ocasiones.
5. Una lista con los lugares que han quedado pendientes. Seguro que te quedarán cosas por hacer cada vez que vengas a Galicia. Algunas de las que habías programado, por falta de tiempo y muchas que no habías previsto pero que has ido descubriendo ya en destino y que no has podido acabar de encajar en tu agenda. Esta lista de cosas puede aumentarse con otras que sí se han hecho pero que estaría perfecto repetir. La excusa perfecta para volver en otra ocasión y disfrutar de nuevas experiencias y repetir las antiguas.

1) Los entrantes siempre gustan, pero puede dar mucho trabajo si son caseros. Encarga una bandeja de entrantes en un catering de calidad y así podrás centrar tus esfuerzos en la preparación de la comida.

2) Un solo plato, pero de calidad. No te compliques la vida con varios platos si la comida es de pocas personas. Eso sí, asegúrate antes de que todos comen el producto que vas a servir y que no hay intolerancias o personas veganas a las que tengas que preparar un menú alternativo. Recuerda que en una comida de pocas personas, si alguien precisa de algo especial lo más fácil es preparar algo apto para todos. Al centrarte en un solo plato podrás comprar una carne o un pescado de gran calidad que se lleve el presupuesto que ibas a emplear en primer y segundo platos.

3) Una botella de un vino que triunfe. Por ejemplo, un condes albarei albarino, un vino bueno, a un precio excelente y que gusta a prácticamente todo el mundo. Con una, o unas botellas de este producto, tendrás asegurado el éxito. Puedes combinarlo con otros vinos albariño o con otras variedades de vino gallego para dar más opciones a tus invitados. Y recuerda que es mejor poco y bueno que mucho de mala calidad.

4) Un postre elaborado. Evita los postres demasiado pesados. Normalmente, cuando nos juntamos a comer comemos más de lo habitual porque tomamos entrantes y una comida especial. Cuando llega el postre y nos dan algo pesado, con crema, nata o chocolate, nos encontramos con que acabamos con una difícil digestión y una sensación de pesadez demasiado incómoda. No hay que renunciar al postre, pero sí se puede cambiar la opción de tartas o pasteles por un producto de más calidad y más ligero como un delicioso sorbete de tomillo. Puedes hacerlo tú, no es excesivamente complicado y es muy original. Tus invitados estarán encantados y se levantarán sin la sensación de estar pesados e incómodos.

5) Un buen café. Es el colofón de toda buena comida en España y lo mejor es escoger café de buena calidad que no desmerezca la comida en la que hemos invertido tanto trabajo. Compra café en grano y puedes molerlo justo antes de prepararlo para que conserve todo su aroma. Evita las cafeteras de jarra, ya que el café que hacen es muy aguado.

Hay muchas cosas que puedes hacer en tu viaje a las Rías Baixas y otras que debes de hacer casi obligatoriamente.  Planear todo con antelación te permitirá disfrutar de algunas experiencias que a priori pueden parecer menos populares pero que resulta complicado disfrutar si no se han hecho reservas.

Organiza una visita a alguna de las mejores bodegas rias baixas. Este tipo de turismo es cada vez más popular y el número de personas que pueden visitar las bodegas cada día es bastante limitado. Por eso, lo mejor es hacer reserva. Se recomienda escoger un buen guía que nos pueda contar todo sobre la elaboración del vino. Una de las mejores partes de la visita viene cuando nos permiten catar los vinos, disfrutando del sabor de una de las mejores bebidas del sur de Galicia.

Otra reserva imprescindible que hay que realizar es en un furancho. Este tipo de establecimientos que abren sólo durante unos meses al año, se han puesto muy de moda. Esto ha hecho que sitios a los que antes era posible acudir a cenar sin una reserva, ahora estén tan demandados que hay que solicitar sitio con varios días de antelación. 

Los furanchos originales eran casas particulares que se abrían al público para vender el vino que quedaba en las bodegas antes de comenzar a llenarlas con el nuevo vino del año. Actualmente, son lugares un poco más profesionalizados aunque las  normas son rígidas para diferenciarlos de establecimientos de hostelería normales.

Visitar la isla de Ons es otra de las opciones que tienes en las Rías Baixas y que tienes que reservar con antelación. Todo el mundo conoce las Islas Cíes pero Ons era un paraíso más desconocido. Sin embargo, ahora es un lugar de turismo muy solicitado ya que muchos se han dado cuenta de que tiene mucho que ofrecer y nada que envidiar al pequeño archipiélago vecino.

Disfruta de una maravillosa puesta de sol. Esto es algo que muchos se pierden cuando viajan a las Rías Baixas por poco tiempo y que, sin embargo, es uno de los espectáculos más bonitos. Además, no hay que reservar nada. Muchas playas están orientadas de manera perfecta para ver el sol poniéndose en las aguas del Atlántico, solo hay que sentarse y esperar para observar uno de los espectáculos más bonitos que puedes ver en este lugar.