Alimentación
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VISITAS DE VERANO

En verano normalmente son las fechas en las que todos los que están viviendo fuera vuelven a casa, pero con lo que ellos no tienen en cuenta es que los que sí vivimos aquí no podemos atender a todos los que vuelven porque no nos da tiempo. Además por norma general vienen todos en las mismas semanas. Por ejemplo, entre la anterior semana y esta me viene gente de Vitoria y de Canarias y no son amigos en común por lo que no puedo quedar con ellos de forma simultánea. Tendré que quedar con ellos como buenamente pueda. Menos mal que los de Canarias como vienen con hijos los voy a ver poco, haremos una cena en casa de otro de mis compañeros del colegio y de esa forma no tenemos que andar por ahí, a ver si voy a comprar jamón jabugo para poder celebrar que vienen, ya que estos solamente pueden venir una vez al año y no creo que en Canarias tengan mucho jamón para poder degustar. Menos mal que como este verano están viniendo bastantes días malos, no me importa sacrificar alguno para poder quedar con mi amigo y su familia. Y de esa forma no tengo que dejar de hacer las cosas que a mi me gustan en verano y no hacer lo que quiera cualquier otro. Cosa que no me gusta nada, me gusta decidir por mí mismo lo que voy a hacer.

 

Menos mal que en una semana todo volverá a la normalidad y cada uno volverá a hacer sus rutinas sin molestar a lo que cada uno quiera hacer. 

 

La gente que viene en verano de visita no se da cuenta de que a lo mejor trastocan los horarios de las otras personas, pero parece que estamos obligados a quedar con ellos cuando ellos quieran por obligación y eso no es que me parezca demasiado justo. Y si no haces lo que ellos quieren, por norma general te hacen juego psicológico para que bajes la guardia y aceptes lo que ellos quieren hacer. Menos mal que esto dura poco.

Clínicas
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¿Soy candidato a una liposucción?

Cuando una persona se acerca a hablar con un Experto en liposucción en vigo para someterse a este tipo de intervención, a veces recibe una sorprendente respuesta: no eres candidato a este tipo de intervención. Lejos de tomárselo como algo personal o como un agravio, cuando se recibe esta respuesta hay que meditarla bien, ya que estamos ante un profesional que tiene el suficiente sentido de la ética para rechazar a un paciente que está dispuesto a pagar una intervención porque considera que no va a poder ayudarle.

Evidentemente, a esa respuesta le suele seguir una explicación que puede estar basada en diferentes motivos. Estos son algunos de los más importantes.

-El paciente no tiene expectativas realistas. Algunas personas acuden a las clínicas de cirugía estética con expectativas muy altas. Creen que con una liposucción pueden pasar de tener un cuerpo normal a tener uno de calendario y que la máquina no solo va a llevarse la acumulación de grasa que puedan tener en un área del cuerpo, también se lo va a moldear a la imagen que tienen en su cabeza.

El cirujano tiene la obligación de explicar al paciente qué es lo que puede esperar de la liposucción y si percibe que este tiene expectativas poco realistas y fantasiosas, negarse a llevar a cabo la intervención ya que esta persona no va a obtener lo que está esperando y, tal vez, tenga un problema con su imagen.

-El paciente necesita perder peso. La liposucción no es una varita mágica que sustituya a las dietas y sacrificios. Cuando alguien se realiza una intervención de este tipo tiene que pensar que es para quitarse grasa localizada, pero nunca podrá retirarse más de una cierta cantidad ya que sería peligroso para su salud. Por eso, es frecuente que el cirujano recomienda a la persona que antes de plantearse ese método pierda peso.

En muchos casos, podrá sugerirle métodos para conseguirlo con acompañamiento. Como por ejemplo la técnica del balón gástrico, que facilita a muchas personas el bajar de peso.

-El paciente no tiene grasa para extraer. Otras veces, la liposucción no es posible porque el paciente no tiene grasa para extraer. Es el caso de mujeres que acuden a reducir sus caderas, pero el tamaño de las mismas está determinado por su estructura ósea y no por la acumulación de grasa, en cuyo caso no va a ser posible la aplicación de la técnica.