Alimentación
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Nata en verano, sí, pero con precauciones

Si eres fan de la nata te habrás dado cuenta de que montar nata liquida en verano puede ser una tarea muy ingrata. Con el calor, la nata acaba bajándose muy rápido y vuelve al estado líquido rápidamente. Además, si te gusta cocinar con nata tienes que tener cuidado ya que es muy delicada y si se deja demasiado tiempo a temperatura ambiente puede estropearse debido al calor y dar problemas gástricos.

Por eso, si quieres tomar nata en verano deberás de tomar algunas precauciones:

-No prepares ningún plato con nata para llevar fuera de casa. Toma tus postres con nata montada y tus salsas con nata solo recién preparados y en tu hogar. Por supuesto, nada de llevarlos a la playa ni a lugares en los que pueda hacer mucho calor. Si te sobra algo al mediodía guárdalo inmediatamente en la nevera y si no se consume por la noche, es preferible tirarlo.

-Evita tomar la nata en bares y restaurantes que no sean de total confianza. Muchos chiringuitos y locales de centros comerciales no tienen cocina y llevan los platos preparados cada mañana, calentándolos en el microondas antes de servirlos. Por eso, es peligroso tomar en este tipo de locales nata, huevo o mayonesas por poner algunos ejemplos. Aunque lo normal es que tengan cuidado, si se rompe la cadena de frío por un error, todo eso puede acabar estropeándose y causando problemas de salud.

-Para tus postres, cambia la nata montada por nata helada, mucho más segura. La nata helada hará que tus postres sean mucho más refrescantes e incluso puedes tomarla con el café, consiguiendo un café más claro, más cremoso y mucho más dulce. No hay que confundir la nata helada con el helado de nata, que si bien también puede ser adecuado para muchos postres es totalmente diferente en su sabor y en su textura.

– Si a pesar del calor quieres montar nata, enfría el recipiente y también las varillas de la batidora en el congelador. Así lograrás que suba con mayor facilidad. Si te has olvidado de enfriar el recipiente, llénalo de agua y añade hielo metiendo las varillas dentro. Así, todo cogerá rápidamente una temperatura lo suficientemente fría como para poder montar la nata. No olvides secar todo bien antes de empezar a cocinar. Usa además azúcar glas, ya que a diferencia del normal este tiene un poco de almidón que hará que la nata espese más fácil.

Estores y cortinas
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Vecinos 

Cuando llegué a mi actual casa, una de las cosas que me gustó fue el mirador del salón. Es un cuarto y no tenemos edificios en frente así que tiene unas vistas muy bonitas de parte de la ciudad. Como a mí me gusta mucho la luz natural no quise poner cortinas en principio. Mi mujer puso el grito en el cielo: “¡pero nos va ver todo el mundo que pase por la calle!”. Pues qué nos vean, dije yo, no sé qué interés tiene lo que hagan unas personas en su casa. Pues lo tiene.

Una de las ventanas del salón (la del mirador) da a la calle y la otra al patio de la urbanización. Desde la calle nos ven más o menos bien, pero desde el patio todavía mejor. Y la gente sí parece estar interesada en la vida de sus vecinos así que no me ha quedado más opción que hacer caso a mi mujer que se ha ido volando a buscar cortina vertical para el salón.

Pero cuando eres un poco tiquismiquis como yo con las cosas de la casa, y aunque en un principio le di carta blanca a mi mujer para que comprara lo que quisiera, no he podido evitar meter mano. Y me ha servido para conocer un poco mejor el mundo las cortinas que desconocía completamente. Estaba obsesionado con que la cortina no tocara el suelo. Nunca soporté esos pesados cortinajes típicos de algunos hoteles que caen sobre el suelo y luego se pisan y se resbala… No, nada de eso, quería una cortina que encajara bien con las ventanas. 

Y entonces nos encontramos con el problema de las medidas. En las tiendas que miramos por internet, la mayoría de tiendas tenían medidas estándar que no garantizaban que iban quedar bien por la especial distribución de nuestro salón. Está claro que siempre se pueden cortar si son demasiado grandes, pero ni mi mujer ni yo somos maestros hilanderos, así que finalmente optamos por una cortina vertical a medida. Más caras pero con garantía. Y así, los vecinos pueden concentrarse en sus vidas y no en las nuestras.