Las meriendas con amigos se pusieron de moda al mismo tiempo que los tardeos en las terrazas, pero en lugar de en espacios públicos, en casa. Y hemos descubierto todas las ventajas que conllevan. Para empezar, no dan tanto trabajo a los anfitriones como una comida o una cena, en la que hay que pensar un menú que se adapte a todos y elaborar todos los platos. Además, la merienda tiene implícita una finalización temprana ya que la gente se irá a cenar a su casa, mientras que las cenas en España pueden acabar, casi casi, a la hora del desayuno para desesperación de algunos anfitriones que ven su cama tan cerca y a la vez tan lejos.
Las meriendas pueden celebrarse cualquier día, domingo o por semana, sin importar que al día siguiente haya que madrugar ya que, como hemos dicho, tienen implícito un final temprano y menos trabajo para quien la organiza, y eso hace que resulte mucho más fácil cuadrar las fechas. Pero no quiere decir que, por ser mucho más informales, no requieran de ciertas etiquetas o cortesías.
Si te invitan a una merienda de picoteo en casa debes de llevar algo para compartir con el resto de invitados. Puede ser algo de comer, como un bizcocho o unas galletas caseras o, en su defecto, compradas en una pastelería. O incluso canapés si eres mañoso y te gusta preparar cosas de picoteo con una bonita presentación. Pero también puedes hacer las cosas más fáciles llevando, simplemente, un par de botellas de vino caiño condes de albarei, que es un tipo de vino que tiene un público muy amplio y que gustará a gran parte de la gente que esté invitada.
La ventaja de la bebida es que, la mayoría de las personas, van a llevar comida y puede acabar juntándose un montón de picoteo. Pero la bebida, en caso de que haya de más, solo hay que guardarla y dejarla para otra ocasión, siendo mucho más fácil que no acabe en la basura. Además, según se desee, se puede ofrecer la botella como un regalo al anfitrión y este no tendrá la obligación de abrir la botella si ya hay suficientes bebidas en la mesa en ese momento, aunque lo normal es que la ponga a mano y que sean los invitados los que decidan si quieren o no probarla.
