Caravanas
0 Comments

El sueño de dos surfistas 

Primero fue el Erte de Belén y después el mío. En menos de dos meses los dos nos quedamos sin hacer nada esperando que la situación mejorase para volver a retomar nuestros trabajos, pero no iba a ser tan sencillo. Y cuando la situación se empezó a alargar empezamos a cansarnos de estar en casa. ¿Y si nos vamos a hacer surf? Al principio parecía una locura, pero luego la idea empezó a tomar forma y se convirtió en algo real y hasta práctico.

Pero para llevar a cabo nuestro plan necesitábamos algo diferente a mi 308, así que compramos con unos pocos ahorros una autocaravana capuchina segunda mano. Aunque no era muy nueva, estaba en buen estado y se notaba que los anteriores propietarios la habían tratado con cariño. De hecho, estaban tan contentos con ello que iban a comprar una nueva del mismo estilo. Porque ellos también tenían pensando seguir con su vida en la ‘carretera’.

Para nosotros sería la primera vez que íbamos a hacer algo así. Nos gustaba el surf desde siempre. De hecho, nos conocimos cogiendo olas. Pero debido a nuestros trabajos que no tenían nada que ver con el surf, ya no pudimos dedicarle el tiempo que nos hubiera gustado. Y es que todo aquel que alguna vez haya hecho surf sabe que engancha y siempre se echa de menos, sobre todo cuando pasas meses sin coger la tabla.

Nuestro alquiler vencía y como no sabíamos que iba a pasar con los Erte decidimos dejar el piso con lo que, al menos durante unos meses, nos ahorraríamos una considerable cantidad de dinero que en parte invertimos en la autocaravana capuchina segunda mano y en pagar nuestros viajes buscando olas. Para evitar problemas, nos empadronamos otra vez en la casa de nuestros respectivos padres, pero nuestro hogar real era ya nuestra autocaravana. 

Nos dimos cuenta pronto que había más gente como nosotros que se habían lanzado a la carretera esperando que llegaran tiempos mejores. Y así seguimos, sin pagar alquiler y viviendo el sueño de dos surfistas, cogiendo olas casi cada día.

Estores y cortinas
0 Comments

Estores a medida para tu ático abuhardillado

Si tienes un dúplex en la última planta o vives en un ático abuhardillado, seguro que las ventanas de tu dormitorio son preciosas. Incluso es posible que puedas ver las estrellas desde las mismas. Pero no todas las noches te apetecerá tener la visión de las estrellas, seguramente más de una vez quieras dormir totalmente a oscuras y por eso hayas pensado en instalar un estor, que además resulte decorativo.

Por las características de este tipo de ventanas es prácticamente imposible comprar un estor en un hipermercado o uno de características estándar. Tendrá que ser realizado a medida para que se ajuste totalmente a las medidas de la ventana y encaje en las guías que seguramente llevará para que el estor no quede colgando y se mantenga siempre en su sitio.

Para conseguir un estor a medida para una ventana abuhardillada debes tener claro cómo quieres que sea el estor, por donde quieres que vayan las guías y el tipo de mecanismo que deseas. Los hay de muchos precios y calidades, algunos incluso se integran en la ventana, sin ocupar mas espacio del necesario y con un sistema eléctrico que permite subirlo o bajarlo con tan solo pulsar un botón.

Los estores a medida permiten jugar con cualquier tamaño de ventana y con prácticamente cualquier espacio. Solo tienes que medir correctamente el sitio y realizar bien el encargo. Pero si no tienes claro cómo tienes que medir o las diferencias entre los sistemas de estor que te ofrecen, siempre puedes contactar para hablar con los fabricantes hasta que no te queden dudas sobre qué es lo que deseas y cómo tienes que tomar las medidas correctamente.

Esto es importante, ya que un estor a medida no puede devolverse. Es un producto único que la persona encarga y que no sirve para otra ventana, por lo que es una excepción en los derechos que tiene el consumidor a la hora de devolver una compra que no le convence. Por este motivo, también debes de asegurarte bien del color y el tipo de tela que necesitas, solicitando algunas muestras para poder verlas en persona y estar al cien por cien convencido de lo que vas a comprar.

Una vez hayas encargado tu estor a medida, en poco tiempo lo tendrás en casa y podrás instalarlo, disfrutando de unas ventanas perfectas y de una decoración impecable.