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El guión, el corazón de una buena historia

Hay muchos factores que pueden hacer que una serie funcione o que sea un fracaso en la televisión. La dirección, la postproducción e incluso el montaje pueden fastidiar una buena historia. Pero nada puede salvar un mal guión. Si la historia no es buena, la serie no va a funcionar y si los diálogos no enganchan y no dan vida y profundidad a los personajes, la gente no se enamorará de ellos.

Esto lo saben muy bien los guionistas, que tienen que esforzarse en conseguir dar vida a las historias y personajes que se desarrollan a lo largo de las diferentes temporadas de una serie. Cuanto más larga es la serie, más complicado es mantener un buen guión y seguir sorprendiendo al público, pero no es imposible.

Existen muchas herramientas para lograr un buen guión y muchas de ellas las enseñan en un Master Guion Series de TV que puede cursarse para convertirse en un experto guionista en series que triunfan. Pero ¿cuáles son los trucos más usados por los guionistas famosos?

Uno de ellos consiste en “escuchar” al público. No son pocas las series famosas que contaban con un personaje que tenía una vida limitada. En el guión original, ese personaje tal vez iba a durar solo un par de capítulos, pero logra enamorar al público de tal forma que acaba siendo protagonista o coprotagonista, aunque eso suponga realizar cambios. De esta manera, la gente obtiene lo que quiere y estarán contentos y satisfechos con la historia.

Otros guionistas dicen que su truco es que la historia ya está elaborada desde el principio. Conocen exactamente qué va a suceder con cada personaje, incluso a largo plazo. Y lo hacen así precisamente porque no quieren que lo que la gente sienta en un momento determinado les obligue a cambiar la historia. Así, el público se sorprenderá con decisiones que a veces son muy arriesgadas, como la muerte de uno de los protagonistas, pero que pueden darle un giro importante al argumento y llevar hasta un final sorprendente e inesperado.

Son diferentes maneras de plantearse una historia, pero, en cualquier caso, siempre tiene que ser una historia de calidad que aporte algo a quién está viendo la serie para que quiera ver un capítulo tras otro y se enganche de la historia, sintiéndose partícipe de la misma a lo largo de cada capítulo.

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Mi hija será lo que ella quiera ser 

Hace años leí una entrevista a un músico en la que hablaba de la relación que tiene su hija con su profesión. Era la pregunta típica: “¿te gustaría que fuera músico como tú?” Y el tipo, muy políticamente correcto, respondía: “Ella será lo que quiera ser”. Lo curioso del caso es que ese cantante se había llevado a su hija a algún concierto y cantaba en varias canciones de sus discos… con menos de diez años. 

Yo ahora también soy padre y si me preguntan, para quedar bien como ese señor, digo que mi hijo será lo que él quiera. Pero si un día me viene y me dice: papá, quiero ser abogado del Estado, pues no sentiré un vuelco en mi corazón. Pero si un día llega y me dicen: Papá, voy a ser mejor guitarrista que Jimi Hendrix, pues, hombre, a lo mejor me interesa un poco más. Porque los padres también tenemos nuestros gustos e intereses y tiene todo su sentido que nos haga más tilín que quieran dedicarse a algo en lo que nosotros podamos ayudar.

De momento, yo ya he estado echando un ojo a diferentes estudios relacionados con la música como la Diplomatura en Creación Musical en Madrid. Todavía quedan unos años para que mi hijo ‘decida que quiere ser’ pero yo voy adelantando trabajo por si acaso. En mi casa siempre se ha escuchado mucha música y yo he tocado varios instrumentos, aunque siempre desde un punto de vista amateur. Pronto asumí mi talento limitado y lo enfoqué como una actividad de ocio que a larga se convirtió en mi principal pasatiempo. 

Él ha visto muchos instrumentos musicales por casa desde el principio y le han llamado la atención. Sobre todo, una trompeta vieja que yo heredé de mi padre. Pero también le gustan muchas otras cosas, claro, como los deportes que a mí me dan un poco igual desde siempre. Lo que tengo claro es que si un día muestra interés por la música como oficio le guiaré hacia un ámbito académico. En este sentido, una Diplomatura en Creación Musical en Madrid es una opción correcta. Estudiar, siempre: ya sea abogado o rockstar.