Impresión digital

Un pequeño hotel o un restaurante situado en una vivienda individual puede ser mucho más visible que uno situado en un bloque de edificios. Pero hay formas de conseguir que este tipo de establecimientos también se detecten fácilmente por las personas que pasan cerca o que viajan a la ciudad. Una de las maneras más efectivas de hacerlo es instalando lonas publicitarias en el lateral de un edificio próximo o en las vías de acceso a la ciudad.

El primer paso es buscar la mejor ubicación para la lona publicitaria. Algunos bloques de edificios permiten colocarla en su lateral a cambio de un precio. Esto puede ser perfecto si queremos que se nos identifique rápidamente y que quienes buscan el restaurante o el hotel sepan exactamente en donde está. En cuanto a las vías de acceso, siempre hay espacios en alquiler. Son lugares ideales para captar a los viajeros que llegan a la ciudad y que, viendo el cartel, pueden decidir poner el nombre en su buscador y acudir.

Decidido el lugar en el que irá colocada la lona, es el momento de diseñarla. Hay empresas publicitarias que pueden realizar un gran trabajo porque saben bien qué es lo que debe de figurar en un anuncio para que llame la atención y la gente se quede con el contenido. Siempre es aconsejable que por muy llamativo que sea el anuncio, el nombre del establecimiento quede muy claro para que pueda identificarse con un solo vistazo.

Una vez que se tiene el formato hay que acudir a una imprenta especializada en la impresión en gran formato flexible para que cree la lona que necesitamos. La ventaja de que el anuncio esté en una lona y no en papel es que no se deteriora rápidamente y puede estar durante mucho tiempo expuesto. Incluso, si decidimos cambiar el lugar en el que lo vamos a situar, podemos llevar la lona de un espacio a otro y no habrá problema.

Las lonas también pueden guardarse cuando los anuncios solo se quieren mostrar en campañas determinadas para no gastar dinero durante periodos del año en los que, por ejemplo, no hay turismo o el hotel está cerrado. Y en la siguiente temporada, podrá volver a colocarse sin problemas y se verá igual que el primer día, ahorrándose el tener que imprimir un producto nuevo cada vez que se quiera contratar el espacio.

Conseguir editar un libro a través de una editorial es un proceso largo y bastante complicado. De hecho, la mayoría de los escritores no lo logran. Además, los que lo consiguen ven como las editoriales les hacen firmar contratos bastante abusivos e incluso renunciar a los derechos de su obra por mucho tiempo.

Pero puedes autoeditar tu libro y, de esta manera, ser mucho más libre. Algunos escritores temen esto porque creen que sin la promoción de una editorial no van a vender ningún ejemplar, pero lo cierto es que las redes sociales son la mejor promoción y nadie mejor que un escritor para defender su obra en las mismas.

Si tienes un libro en el cajón y te gustaría darlo a conocer, el primer paso es corregirlo. Puedes encargar a un profesional que lo haga, aunque tal vez sus honorarios sean excesivos. Pero su ayuda hará que el libro sea mucho mejor. El corrector no solo se encarga de las faltas de ortografía o gramaticales, sino que también revisa posibles incongruencias en la línea temporal, errores al nombrar a un personaje o erratas.

Si no puedes pagar a un corrector tendrás que, al menos, revisar tú mismo tu obra varias veces hasta estar seguro de que estás satisfecho con el resultado. Tras esto te tocará la maquetación del libro. Para esto hay programas muy eficaces, algunos incluso gratuitos. Su manejo es un poco complicado al principio, pero una vez que lo tengas dominado será de gran ayuda también para obras futuras, así que será tiempo bien invertido.

Tendrás que elegir una imagen para la portada, que podrás comprar en un banco de imágenes y crear, mediante otro programa, un montaje con la fotografía y el título de la obra. No te compliques demasiado, pero busca una imagen que sea bonita y representativa de lo que el lector se va a encontrar en el interior del libro.

Hecho esto puedes acudir a una Imprenta digital online para solicitar el número de copias que quieras de tu obra. Algunas imprentas te permiten imprimir tan sólo uno o dos libros mientras que otras te pedirán una tirada mínima. Acude a las que te dejan imprimir tan sólo los ejemplares que quieras y así podrás ir solicitándolos según vayas vendiendo y no tendrás que invertir mucho dinero en un primer momento. Ten siempre un pequeño stock para poder realizar ventas inmediatas si surgen.

Aunque la digitalización está ‘devorando’ a las revistas impresas, estas siguen gozando del favor de las editoriales y del público lector. Tanto es así que los ingresos de este sector se situaron en 364 millones de euros en España, según datos de Statista. 

Encuadernar revistas continúa siendo, por esta razón, una necesidad para miles de publicaciones en activo. En líneas generales, dos son los métodos de encuadernación más empleados en el mercado de las revistas: la rústica y la grapada.

La encuadernación grapada, o saddle stitching, se emplea en libros, dosieres, catálogos y folletos, además de en revistas, a condición de que su grosor no sea excesivo. Esta limitación se compensa con ventajas inestimables, como su precio económico al no requerir cortes de guillotina ni sangrado. De hecho, el margen que precisan es, por lo general, de 1 centímetro en los extremos.

Este tipo de encuadernación se divide en dos clases, en función de las grapas empleadas: las omega, que no se utilizan en revistas, y las normales, que unen los distintos pliegos y cuentan con el diseño de una grama común y corriente.

Por otra parte, la encuadernación de publicaciones impresas puede realizarse en tapa blanda, rústica o softcover. Esta se caracteriza por unir los distintos tochos de papel con un forro de plástico, cartón o celulosa en su lomo por medio de un encolado o un cosido.

Surgida en el siglo XIX, la encuadernación en rústica es una solución muy popular, adoptada por la mayor parte de las revistas en España y el resto del mundo. Entre sus ventajas, figuran el coste asequible en grandes tiradas, una usabilidad más flexible y la resistencia adicional que aporta su encolado o cosido.

Las publicaciones impresas así encuadernadas se dividen en dos tipos, a saber: la rústica cosida, con una mayor resistencia que encarece el precio final, y la rústica fresada, menos costosa, pero con una vida útil limitada.

Hace unos años atrás una de mis amigas me encontró un trabajo con ella y otras chicas para ayudarles a montar un seminario médico y yo nunca había trabajado en ese sector. El trabajo no era demasiado exigente, lo que tuve que hacer mayormente era cargar con las cajas que las chicas no eran capaces de coger. Todo lo que me pidieron lo hice sin protestar y con la mejor sonrisa posible, pero al principio había cosas que lógicamente no sabía lo que eran. Hubo un momento que tenían que Imprimir expositores PLV y como no sabía lo que eran pues pregunté, y cuando las chicas escucharon mi pregunta parecía que me miraban como si fuese un tío raro. Y solamente estaba preguntando algo que no sabía lo que era. Pues creo que por preguntar eso ya no me volvieron a llamar nunca más y eso que hice un buen trabajo. Al final me dio igual pues en unos pocos meses encontré un buen trabajo en el que estuve bastantes años y me dio tiempo a poder ahorrar un poco antes de que llegase la crisis.

A mi a decir verdad mientras me den un trabajo en el que me paguen acorde al trabajo no tengo ningún inconveniente en trabajar duro por la empresa y ya lo he demostrado con anterioridad, pero las oportunidades hoy en día escasean bastante y es bastante complicado encontrar un trabajo en el que no intenten explotarte por un sueldo raquítico que no te da para tener una vida tranquila. Y con todo esto de la pandemia muchos negocios se han visto obligados a cerrar y encontrar trabajo en los próximos años va a estar más complicado que nunca, esperemos que tengamos suerte y que las expectativas que tiene el gobierno del crecimiento del país estén equivocadas, lo cual no me parecería demasiado extraño.

Creo que durante estos tiempos va a ser mejor que me dedique a intentar que me toque una quiniela o algo así, porque encontrar trabajo va a ser bastante más complicado. Las quinielas las tengo algo descuidadas pero seguro que algo de dinero consigo ganar.

¿Te imaginas encargar tus fotocopias desde casa y que en muy poco tiempo las tengas en tu puerta? Sin tener que desplazarte y buscar una copistería, algo que hoy en día no es tan sencillo de encontrar en todas las ciudades y que, donde las hay, te obligan en muchos casos a dejar los encargos y recogerlos en otra fecha, haciendo que tengas que desplazarte por partida doble.

La Imprenta digital ha llegado para solucionar este problema. Solo necesitas tener tus apuntes en formato digital y enviarlos para que te hagan las copias que desees. Así, podrás, por ejemplo, enviar un PDF con apuntes que te has descargado de una nube compartida con compañeros o que has bajado de alguna página y pedir que te los impriman en papel para estudiar de la manera en la que lo has hecho siempre.

Pero no es el único tipo de trabajo que puedes encargar en una imprenta digital. Este tipo de negocios realizan los mismos trabajos que cualquier imprenta física, por lo que podrás solicitar que te realicen posters, folletos, material de propaganda para tu negocio, promociones para tu grupo de teatro de aficionados y un largo etcétera.

Cualquiera de los trabajos que tradicionalmente llevabas a una imprenta o copistería ahora los puedes encargar cómodamente desde casa y al mejor precio. Solo necesitas tenerlos en formato digital. Y en el caso de cartelería y folletos no podría ser de otro modo ya que es la forma en la que tradicionalmente se realizan gracias a programas de ordenador específicos o de una forma más casera usando programas de edición de texto.

Las tarjetas de visita todavía siguen utilizándose en muchos sectores. Los representantes saben muy bien lo importantes que son, pero muchas veces las empresas no proporcionan todas las que nos gustaría. Hacer tarjetas de visita propias es muy fácil online, podrás crear un modelo y encargar el número de unidades que te hagan falta. Y nuevamente de manera muy cómoda y a distancia.

Por supuesto, podrás realizar todo tipo de trabajos de imprenta típicos para promociones comerciales. Por ejemplo, las mascarillas personalizadas que hoy están tan de moda y que se colocan por encima de las convencionales para conseguir un mejor aspecto. O incluso otros materiales como camisetas y merchandising para imprimir: mecheros, memorias, bolígrafos y todo tipo de productos de papelería, como los que se usan en congresos y reuniones profesionales entregándose a todos los asistentes.

Dentro de poco tiempo voy a tener que llevar mi coche al taller para cambiarle las ruedas a mi coche que la verdad es que ya están bastante gastadas y también cambiaré el aceite que ya le va tocando. Y cuando pienso en los talleres de los coches siempre me vienen a la cabeza los calendarios publicitarios que siempre tienen colgados de las paredes que casi siempre son de chicas. Algo que me parece normal dado que normalmente en los talleres de coches suelen trabajar casi exclusivamente hombres y a los hombres les gustan las mujeres.

Este año va a ser el año de estrenar cosas de mi coche, durante los meses del confinamiento la batería de mi coche murió, es cierto que según las fechas que tenía la batería ya la tenía que haber cambiado hacía por lo menos un par de años. Porque según busqué por internet la vida útil de la batería de un coche es de dos a cuatro años y esta batería ya tendría unos seis años, así que no me quedó más remedio que tener que comprarme otra nueva y me compré otra igual a la que tenía que me había dado muy buen resultado. 

Este año también he cambiado en el coche el pomo del cambio de marchas que ya se estaba cayendo a trozos. Y es que mi coche ya tiene veintidós años y las cosas empiezan a estar bastante usadas. Por fortuna el pomo no tuve que comprarlo porque uno de mis amigos tenía uno que se había comprado para uno de sus coches pero no le valía y me lo dió para que probase si me valía en el mío. Y en mi coche sí que valió, tuve que modificar una pieza de plástico que venía con el pomo pero después entró perfectamente.

Y por último estrenaré las ruedas nuevas que ya hace tiempo que debería haber pensado en cambiarlas pero la falta de dinero no me dejó más remedio que tener que esperar. Pero ahora ya lo tengo más o menos solucionado y en breves días dispondré de ruedas nuevas.