El esplendor del packaging
Vivimos un momento de fascinación por el continente, por la decoración, lo visual, el envase… Lo vemos en cualquier restaurante o bar que abre en la ciudad. La decoración y el detalle se cuidan al máximo para dar una impresión de modernidad, de estar adaptados a nuestro tiempo. Cuando pasas al lado de un nuevo bar y echas un vistazo desde fuera piensas: “qué original, vamos a entrar”.
Lo mismo sucede con los productos. El envase forma parte clave del mismo, de su estrategia de marketing. Aunque suene exagerado, en ocasiones el envase es casi más importante que el contenido, sobre todo en determinado tipo de productos. ¿Qué decir, por ejemplo, de los perfumes? Los creativos se exprimen la cabeza para buscar diseños rompedores que encajen con el estilo del perfume pero también que llamen la atención.
Esta fascinación por el envase se aprecia también en productos más sencillos, en las propias cajas de cartón de toda la vida. Un producto ya no puede ir envuelto en una caja de cartón cualquiera y presentarse así ante el comprador. No tiene por qué ser un diseño muy complejo, sino sobre todo detallista y único. Una cajita de cartón con un buen diseño con una cinta elástica de colores para guardar el regalo de una boda, un buen logo en blanco y negro impreso en una caja de zapatos…
Actualmente existen agencias especializadas en packaging, que se dedican exclusivamente a diseñar las cajas y los envases de los productos. A menudo, la diferencia entre un producto y otro de similares características lo marca el envase. Por ejemplo, el de una pastelería.
Para diferenciarse de la competencia y de tanto diseño estilo ‘bakery’ americana, una pastelería decidió apostar por lo tradicional en sus productos, dándole un toque de sofisticación para adaptarse también a las nuevas generaciones. Pero para rematar su apuesta, contrataron una agencia de packaging para que les diseñara tanto las cajas como las bolsas. El beige fue el color corporativo, se diseñó un logo muy especial y unas cajas con cinta elástica a juego. Un lujo que fascinó a los clientes.