3 razones para no beber leche cruda
Internet es una gran fuente de información, pero también aparecen en las redes una gran cantidad de bulos que van pasando de pantalla en pantalla mediante artículos con una pretendida base científica pero que en realidad carecen de cualquier fundamento. Es el caso de la moda de beber leche cruda.
Los defensores de la leche cruda están teniendo éxito porque se apoyan en la creencia popular de que la leche que se comercializa no es de calidad, cuando nada más lejos de la realidad. La leche entera central lechera Asturiana, por poner uno de los mejores ejemplos, tiene todo lo bueno de la leche cruda, pero sin ninguno de sus riesgos.
Esta teoría tiene especial éxito en lugares en los que la leche cruda se ha consumido hasta hace muy poco tiempo. Debido a ello, muchos recuerdan su sabor y lo idealizan al asociarlo a la infancia. Frases como “me crié con esa leche y no me ha pasado nada” sirven para autoconvencerse de que no hay nada malo en tomarla.
Sin embargo y sin entrar en muchos detalles, es fácil darse cuenta de que el consumo de leche cruda es, cuanto menos, peligroso. Y para sustentar esto nos vamos a apoyar tan solo en tres razones básicas.
1) Existe un gran riesgo de contagio por bacterias. Hay muchas enfermedades que se transmiten a través de bacterias y que pueden contagiarse de las vacas a las personas. Estudios bien documentados demuestran que el riesgo de un brote por bacterias es 150 veces mayor cuando se consume leche cruda que cuando se consume leche tratada.
2) No llega con hervir. La leche tiene que estar hirviendo al menos durante 17 segundos y tiene que alcanzar temperaturas de al menos 80º. Aun así, no se garantiza que todas las bacterias se eliminen, por lo que el proceso tendría que repetirse varias veces. En cualquier caso, siempre va a haber riesgo, cosa que no sucede con la leche tratada. Además, la vida de esta leche es muy corta ya que hay que consumirla en 48 horas.
3) Para conservarse necesita una temperatura muy baja. Ya hemos dicho que la leche hay que consumirla en 48 horas, pero, además, durante este tiempo tiene que estar a temperaturas entre 1º y 4º. La mayoría de las neveras de casa están entre los 4º y los 8º, por lo que no estaría en las mejores condiciones.